martes, 17 de enero de 2012

ELEMENTAL

La noche cierra todas nuestras ventanas con esa ferocidad doméstica de los hábitos ancestrales, para simplificarnos en materia interna que no siempre, o nunca con excepciones, es sosiego elemental como el aire, la tierra o su fuego. Acaso arte efímero de la improvisación, quedamos condenados a muerte por el abuso de una prueba visual que termina poniendo todo fuera de nuestro alcance.
La noche duerme, mientras nuestro instinto sigue custodiando esa inocencia disculpada que certifica un origen animal, imperfecto en la multitud de sus conciencias no creadas, perfecto en su natural abundancia.




jueves, 12 de enero de 2012

PEQUEÑAS LIBERTADES

Los mejores coleccionistas lo acaban siendo sin saberlo, a través del involuntario placer de acumular una variada representación de cualquier utilidad, que no deja de ser única contra lo colectivo, un objeto replicado por ese deseo sostenible que descubre la infinidad mientras es seducido por la afinidad.
Seguro que no todos sabremos reconocer al hombre más libre, aquel que ignora las dimensiones de su buena colección de pequeñas libertades, porque estará lejos de nuestra celebración de las grandes palabras a las que tanto gustamos constelar con orden y concierto.




martes, 3 de enero de 2012

EN COMÚN COMUNIÓN

Pocas veces un grito puede escucharse dentro de una gigantesca multitud, acallado por su rumor indisciplinado de ola con forma de larga vocal polifónica. Sin embargo, hay un silencio ensordecedor, el que encierra esa pequeña y concentrada soledad que parasita al hombre desde el principio de los tiempos, cuya presencia reducida en un cuerpo consigue toda la atención a su alcance, al menos hasta que el estupor generalizado sea disuelto en la nada, tan consecuente por otra parte.
La paradoja confunde solo a la razón, y en la sinrazón vislumbraremos cómo nuestra empatía ha aprendido a desdeñar las de los demás, menos cuando callan con formas de máxima lejanía.