Un refrán en especial siempre me ha reclamado la primera linea del oportunismo, este es el campo de batalla del género, aquel que dice "cree el ladrón que todos son de su condición". Nuestros negativos se manifiestan también como un antígeno, por muy ficticia que sea la infección, y acaban asentándose en nuestra conducta para reportarnos algún que otro beneficio, alguno a la altura de las virtudes. Con su defensa nos defienden, interés biológicamente prioritario, de manera que es muy fácil que acabemos viendo en los demás el mal que mejor nos representa.
Y digo yo, si nos citamos con el diablo quizá podríamos conocernos mejor...
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